Días de Silencio

Hay días en que ni siquiera yo mismo se ya que es lo que quiero. Y entonces me quedo sentado frente a la computadora, viendo fijamente a una pantalla vacía y una página en blanco, con tanto que decir más sin palabras que sirvan para ello. Es entonces cuando los segundos pasan más lentos que nunca, y los días se sienten completamente eternos para mí.

Tiene meses que no la veo. Tiene meses que me siento sin nadie a mi lado, y poco a poco he empezado a enamorarme de la soledad, el silencio que mis propios gritos no pueden llenar. Hablo solo todo el tiempo, me quedo hablando en una habitación, cantando, llorando, riendo completamente solo mientras el mundo afuera está llegando a su fin. Y entonces pienso que ya nada es tan hermoso como antes, y entonces pienso que sería mejor cerrar los ojos y no abrirlos.

Entonces recuerdo cuanto temo a la muerte. Y cuanto temo morir lleno de arrepentimientos, de sueños sin cumplir, de promesas rotas. No quiero despertar un día viejo y cansado, dándome cuenta de que la vida se ha escapado mientras soñaba, y el mundo se ha olvidado de aquellos a quien solía prometerles todo. Los humanos vivos atrapados aferrándonos a cualquier cosa que encontremos en el andar, buscando un camino de vuelta a aquellos días en que, más inocentes, podíamos decirnos felices simplemente porque aún no comprendíamos nuestra propia tristeza.

Y entonces aquí estoy, y solo escucho el silencio. Me siento cansado de todo. Los días ya no quieren pasar. Y aquellos hermosos extraños de mi infancia, aquellos amigos que me gustaba llamar verdaderos, se vuelven cada vez más un recuerdo borroso. Parezco olvidar porque era tan importante quedarme, y porque era tan importante escapar. 

Estoy desvariando, pero dejadme decir una última cosa antes de irme. A pesar de todo el dolor, aún amo estos días de silencio. Me hacen darme cuenta cuan poco se de mi mismo, y cuan poco real es todo lo que me rodea.

Los Nuevos Caminos de mi Vida

Hay muchos momentos en la vida en que solo quieres quedarte quieto, viendo a la nada, e intentar no llorar. Momentos en los que no sabes que hacer, porque los sueños que tenías en tu vida parecen que no tienen más sentido que las locuras de un joven que, a final de cuentas, es solo un soñador más.

Eso es lo que siento ahora. Siento que me estoy perdiendo en la ciudad, que al tiempo que me hace soñar en grande me hace sentirme pequeño. Siento que todo lo que hago me aleja cada vez más de alguna vez cambiar el mundo, y eso duele; duele por dentro y duele por fuera, mientras mi alma grita sin más poder.

Muchas cosas han pasado desde la última vez que he estado aquí. He dicho tantos Adios y tantos Holas que no puedo creer que sigan llegando. He visto tantos inicios y tantos finales que cualquiera pensaría que ya estoy harto. Y sigo aquí, sigo queriendo llorar con tantas ganas como lo hacía hace más de un año. Ahora, sin embargo, se ocultarlo mejor.

No se que más me puede deparar la vida, y ahora mismo quiero dejar de preguntármelo. Al sonido de las canciones que escucho en mi cuarto, puerta cerrada y mente abierta, quiero decir que estoy nuevamente aquí. Nuevamente perdido. Solamente el lugar ha cambiado, más yo sigo siendo el mismo perdedor.

Esos son los nuevos caminos de mi vida. Momentos para llorar en silencio, ocultando las lágrimas en la noche. Si alguien viene a leer, lo siento. Son los desvarios de un loco.

Errores

He cometido un error en la escuela, un error que salio por tonterías y por asuntos que nada tenían que ver con ella. Pero a una amiga le he hecho daño, y eso es un error demasiado grande. Y ahora le gusta actuar como si nuestra amistad no significase nada, como si todo cuanto ha hecho por mi y cuanto he hecho por ella ya no valiera nada por una tontería, por un error.

Se que he hecho mal, se que he debido dejar a un lado tantas cosas al entrar por la puerta. Pero ahora que ya estamos en ningún lado simplemente me he dado cuenta de tantas cosas. El error duele, pero más duele darse cuenta lo rápido que son todos en darte la espalda, lo rápido que se pueden olvidar risas y lágrimas. Duele ver lo poco que me han conocido, y lo poco que puedo en ustedes confiar para guardar mis secretos.

Nadie sabe lo que me hace llorar, nadie sabe lo que me callado porque a nadie le ha molestado preguntar que me pasa. Si guardo silencio, ninguno sabe escucharlo. Si hablo, ninguno sabe tampoco interpretar mis palabras. Yo hice un error al lastimarla, pero tanto me he visto obligado a aprender en base a ello.

De cada error se aprende algo nuevo. De este he aprendido cuan poco amigos era en realidad con tantos de ustedes, y cuan poco para ustedes yo significaba. Un error que me gustaría componer, un aprendizaje que quiero guardar para no volver a cometer el mismo error mas tarde. El error de creer que muchos de ustedes eran mis amigos. 

A la que lastime lo siento tanto. A los demás, pueden irse a la mierda.

Último Año de...

Este es el último año de preparatoria.

El último año de pasar los días sin preocuparse.
El último de soñar despiertos, de dormir por siempre.
El último de ser inocentes, ingratos, insensatos.
El último en que cada vez deseo más y sueño más lejos.
El último en que simplemente puedes ser.

Todo cambia, todo se desvanece.
Todos los caminos de la vida se transforman.
Todo lo que pensamos ya no importa.
Todo lo que no sabemos está llegando.

Es el momento en que debemos crecer.
El momento en que tenemos que hacer algo.
El momento de decidir, de aferrarse.
El momento de divertirse, y volverse locos.

Es el último año que nos queda en el paraíso de la infancia.
El último año de preparatoria.
El primero del resto de mi vida.

Todo cambia. Todo permanece igual

Es curioso las decisiones que hacemos con miedo, los peligros que esquivamos por temor, los sueños que dejamos sin pensar en ello. Todo eso es lo que poco a poco nos atrapa en una vida que no queremos, que aborrecemos pero vivimos sin más, preguntándonos eternamente donde acabó todo mal, y donde nos quedamos encerrados.

Muchas cosas han cambiado en los últimos meces: tantos nuevos amigos han surgido, otros tantos se han perdido. Finalmente, casi sin darme cuenta, me he integrado a aquel grupo de personas que desde afuera veía, y a aquel salón que en su tiempo aborrecí porque no significaban nada. Ahora significan algo, justo ahora que, casi sin quererlo, casi deseándolo profundamente, nos separamos momentos de clases. Otro salón, agarrar costumbre para el próximo año, en que ciudades, caminos, mundos nos romperán aparte.

Muchas cosas han cambiado, y sin embargo muchas otras permanecen demasiado iguales. Sigo intentando los mismos sueños, sigo persiguiendo las mismas locuras. Por más que aquel amor desequilibrado y loco se haya esfumado, aún queda la dulce luz del cariño que, de alguna forma, alumbra casi tan fuerte. Casi. No lo se. He cambiado mucho, y sin embargo permanezco el mismo. El mismo terror me despierta en las noches cuando veo hacia el futuro, hacia las mentiras de mi pasado. Y sin embargo siento un poco de paz en el día a día, en esos pequeños momentos con todos ellos que, siempre o nunca, puedo ver.

Un nuevo año, un año que será de cierta forma el primer y el último que tengo. Todo cambia demasiado, y me enloquece. Todo permanece igual, y me enloquece el doble. Supongo que debo simplemente dejar de pensar.

Nunca Jamas

Un año. Un año exactamente para que todo cambie. Un año para que la infancia acabe y todo se vuelva un sueño lejano. Un año en que dejar todo y obligarme a crecer, a madurar. Un año es todo lo que me separa de mi camino.

Todos los miedos, las inseguridades, los deseos, los sueños, las locuras que me persiguen pronto me alcanzarán, y estaré solo para hacerles frente, cada quien alejandose para encontrar el propio camino. Todo se acabara, todos nos separaremos, todos nos iremos al mundo a bucar nuestro propio camino.

Finalmente siento la soga al cuello, siento el miedo, siendo la incertidumbre. ¿Qué hay para mi allá fuera? ¿Hay algun final feliz en algun lado? No quiero irme, y sin embargo no puedo esperar para hacerlo. No quiero crecer, más la infancia se me acaba. No hay más.

Hoy, cuando no puedo pensar en nada más que en todo lo que algun dia dejaré atrás, quiero gritat. Un año falta, tiempo suficiente para escapar hacia Nunca Jamás.

Edén Infinito

El mundo es demasiado grande para jamás poder ver todo lo que oculta. Por más caminos que un hombre recorra siempre le quedarán más por recorrer. Eso es lo hermoso de este mundo, a su propia forma imperfecta un paraíso infinito, en su propia oscuridad una luz eterna.

Caminante, sigue caminando. No te detengas con nada. El camino no se acaba por más que lo recorras, seguirá extendiéndose, porque no importa el final sino lo que aprendiste para llegar a él, lo que viviste, lo que compartiste. Recorre lugares, ve maravillas, conoce personas que jamás habrías conocido.

Este mundo es un edén infinito, y yo quisiera ver cada pedazo de él. Las llanuras, los mares, las selvas, las ciudades, las personas, los animales, los momentos. Vida larga es aquella que ha visto tanto. A todos nos espera la muerte al final, pero mientras tanto disfruta del camino, que es largo, interminable, e infinitamente hermoso...

Silencio

Últimamente todo lo que vivo se puede resumir con una simple palabra: Silencio. Nada cambia, nada se mueve, nada hace ruido; todo simplemente se queda igual sin que nadie quiera cambiarlo. Mi vida ha llegado a ese punto donde todo permanece completamente estático, pero es un equilibrio no perfecto,  lleno de imperfecciones, que debe ser roto para poder encontrar verdaderamente lo correcto, para encontrar la felicidad que tanto tiempo he anhelado.

Pero nadie se atreve a avanzar, nadie se atreve a intentar cambiarlo. No yo, que debería ser quien tomara las riendas de esta locura que llamo mi vida; ni los amigos que se la pasan en sus propios imperfectos equilibrios en la espera de algo que les haga llegar al amor, al cariño, a la felicidad, a lo que sea que anden buscando tan desesperadamente.

Mi vida es un silencio infinito

Wonderland

Tu y yo, juntos,
correr bajo los árboles en llamas,
soñar en las noches vedadas,
creer en los cuentos de hadas,
y perderse caminando en Wonderland

Hay un lugar extraño, un lugar mágico más allá de toda comprensión. Vamos, dejame llevarte, deja que nos aventuremos a aquel lugar que nadie conoce, más que tu y yo. En aquel lugar, donde los ayeres se vuelven árboles del recuerdo, donde los montes verdes se confuenden en el mar, donde los últimos petalos de las rosas se van volando y rodeando el tiempo cual juego amargo. Dejame llevarte.
Tu y yo, juntos, vamos a aventurarnos a donde nadie más ha llegado. Tu y yo, volvamonos nada con el tiempo, y recorramos todo sin pensar en nada más. Se que podemos, se que lograremos atravesar los vientos impetuosos del destino y la cordura, y adentrarnos a los paises perdidos en cuentos de hadas olvidados. Solos, tu y yo, dejaremos todo atrás, y simplemente soñaremos.
Vamos, te espero, espero tu llamada. A la luz del alba, caigamos juntos en la madriguera del conejo...

Melancolía

Melancolía. Solo así puedo describir mis sentimientos ahora. Es eso que da cuando la impotencia  te llena, cuando no sabes que hacer para acabar con la tristeza que gobierna tu corazón o con la duda que sobrecarga el cerebro indeciso. Melancolía es lo que significa estar en el si pero no, en la tierra de nadie donde tan abandonado te sientes que ya dejaste de intentas avanzar.

¿Por qué no puedo simplemente animarme a decirlo de frente? ¿Por qué me es tan difícil ver a Karen a los ojos y simplemente gritarle que la quiero, que me gustaría tanto intentarlo, y que me arrepiento tanto de las veces que me echado para tras, que he dejado que el miedo me gobierne y que me he convertido simplemente en un cobarde?

Melancolía es lo que llena mis días, mis noches, mis pensamientos y sentimientos. Melancolía es el nombre de la mascara que hoy cubre mi rostro, de la ropa que oculta mi cuerpo, de la voz que encierra el alma en pena de un joven. Y sin embargo la abrazo, y me siento tan asustado que no la puedo dejar ir.

Quizás algún día, antes de que esto acabe conmigo, podré salir. Pero desde aquella conversación hace algunos días, que acabó finalmente con nuestra frágil tranquilidad para llevarnos hacia la incomoda realidad, no puedo sentirme más que solo, más que perdido.

Hoy, solo puedo pensar en la melancolía...