27 oct 2011

Tener miedo de las cosas más absurdas

El título lo resume bien, perfectamente, lo que tengo ahora. Tengo miedo de cosas absurdas, sin sentido, meras locuras que no puedo sacar de mi mente. Cosas como fantasmas, espectros y apariciones me rondan la cabeza y me hacen que el corazón se acelere y tenga miedo día y noche. Y lo odio. Odio temerle a la oscuridad, a la noche, a estar solo. Eso ya se me había pasado y ahora retoma para atormentarme cual niño pequeño.
Todas esas cosas en que antes no pensaba se me meten en la cabeza y me hacen dudar y temer de mi propia sombra. ¿Cómo puedo evitarlo? Yo no se como luchar contra mi propia mente, y en estos días en que la Tele, Radio y Cine se llenan de historias de ultratumba, yo tiemblo entre las cobijas de mi cama y deseo que todo pase.
Ya no se que hacer para dejar de traumarme yo solo, para dejar de sentir que cuando llega la noche mi respiración se acelera, mi corazón palpita al mil por hora, y comienza a sudar frío mientras veo a todos lados en busca de algo con que distraerme, solo para acabar pensando en lo mismo.
Odio tener miedo de las cosas más absurdas. Y odio sentirme cual niño. Y odio no poder quitarme este miedo. Y odio sentirme tonto. Y odio que se que, esta noche, volveré a repetir lo mismo. Y volveré a tener miedo.

14 oct 2011

Cuando vez una escena desde afuera

Ayer fui a trabajar con unos compañeros de la escuela, con 10 de hecho. Estabamos yo, mi amiga de la infancia Stephany, mis dos amigas y enemigas eternas de esta escuela a la que sigo llamando nueva a pesar de estar en segundo año, Myriam y Lorena, y aquellos a quienes he intentado hacer mis amigos desde hace tanto tiempo que ya renegue encontrar resultados, Josué, Chava, Peña y Oscar; otra pareja y un nuevo que ya se ha adaptado más que yo nos acompañaban.
Mientras trabajamos sentía que estaba bien, pero cuando las bromas y risas, cuando a la mesa nos sentamos a comer, me he dado cuenta de que sigo igual que siempre. Por un lado estaban las dos amigos, platicando ellas por su lado, por otro un trío que debería ser pareja riendo, y por el otro aquel gurpo de 4 al que tanto deseo integrarme, haciendo mucho ruido y risas mientras yo, en el centro, solo e indiferente, tenía a Stephany frente a mi como la única a quien hablar.
Me he dado cuenta, una vez más, como es mirar una escena en la que no eres parte, y tanto quisieras ser. Como es ser parte de un mundo en el que, a la vez eres un extraño. Como desearía poder reír con ellos, bromear con ellos, sin sentir que estoy interrumpiendo en medio de algo. Sentirme de vuelve a como me sentía en la secundaria. Pero creo que quizás ya es tarde.
Solo se que odie ver la escena desde afuera, y sin embardo la sigo viendo una y otra y otra vez. Y a veces siento que, si no corro, acabaré rompiendome al ver mi propia soledad.

2 oct 2011

Inadaptado

Odio sentir que no pertenezco a ningun lado, odio sentir que todo esto es en vano. No puedo evitar tener ganas de llorar cuando veo que todos se alejan de mi, cuando veo que aquellos hacen grupos, alianzas y recuerdos, y yo me quedo atrás solo, sin nadie en que apoyarme.
Cuando en la escuela veo como los demás se van volviendo lentamente una familia, y yo soy simplemente un intruso. Cuando veo las fotos, los videos de mejores momentos, y me doy cuenta que nunca estoy en ellos, me doy cuenta que me dejan a un lado y no les importa lo que este pasando yo.
Y todo es mi culpa, lo se, soy yo mismo el que se encierra en su burbuja, y prefiere mantenerse alejado de los demás para que no vean las lágrimas que derramo por dentro, para que no ven lo debil que soy en realidad, lo miedoso, lo estúpido.
Tan estúpido como para condenarse solo a siempre ser un extraño, y aún así llorar y preguntar por qué no puedo ser como ellos, por que no pueden aceptarme, e invitarme a simplemente pasar el rato, como si de verdad fueramos algo más que compañeros elegidos por el destino y que luego olvidarán tan pronto nos separemos.
No lo soporto, y por eso grito. Y luego no hago nada para cambiarlo. Odio serlo, pero en este punto de mi vida solamente se como ser un inadaptado. Y nada más, nada menos. Solo eso.