Creo que me estoy enamorando, pero no se bien de quien.
Maldita paradoja la vida en la que el amor divaga de mente en mente, confundiendo a sus portadores con memorias perdidas. Temo decir quien es por temor a equivocarme, pero tambien por temor a estar en lo correcto.
Al final, me quedo mirando a la distancia. Marisol y Vero, enamoradizas natas, no paran de hablar de las virtudes de gritar a quien dirijo este querer. Pero si ni yo mismo lo se, ¿como esperan que lo comparta con los demas?
Estoy solo, enamorado, entre amigos agenos a todo...
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