Necesito desesperadamente volver a la escuela. Hace demasiado tiempo que me encuentro atrapado entre los muros de mi cuarto, pensando en cosas que creo nadie debería jamás pensar. Es la locura de mi propia indiferencia, pero es que estoy traumado en este insesante tiempo que parece nunca avanzar.
Hoy llamo a este letargo aburrimiento, cuando ya se me han acabado las cosas del mundo real y no me queda sino sumergirme en el subconsiente enloquecido. ¿Qué puedo hacer, sino esperar que la normalidad de la vida diaria me regresa a la cordura?
El martes comienzo el segundo semestre de preparatoria, despues de un infinito descanzo de tal vez dos o tres semanas. Y realmente estoy desesperado por volver, pues hoy día de mi se me ha escapado todo lo que podría pensar. Estoy loco, estoy demente de tanto aburrimiento.
Sin inspiración, sin deseos, sin ganas; ahora, realmente, necesito quitar el aburrimiento que supone el tiempo sin nadie. Realmente, necesito volver a la escuela. Jamás pense decir esto, pero aquellas tareas son la normalidad que necesito para mantenerme en el límite de la cordura.
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