28 ago 2010

Enojos pasajeros

¡NADIE ME COMPRENDE!

Listo, lo dije. Es todo. Ya no importa más...

La vida se va pasando y creo que no vale la pena vivir enojado. O al menos, es lo que repito despues de gritar en silencio, encerrado en mi habitación... Ya estoy aprendiendo a no guardar rencores, pero es dificil no hacerlo en estos días oscuros. Pero al final olvido...

Si quiero enojarme, lloro en mi mente; al final, no vale la pena estar enojado. Simplemente grita, llora y olvida, porque si no el alma comenzará a sufrir la carga del dolor que causa aquel odio y rencor inutilmente desperdiciado en cuestiones humanas que, por más que lo digamos, no trancenderán...

Nadie me comprende, es cierto; ya lo grité a los cuatro vientos, ya lloré en la nada por eso. Ahora ha dejado de importar: como todo, son mis enojos pasajeros. Guardando odio no llego a nada, aunque a veces no me funciona y lo sigo guardando... Intento cambiar, intento dejar de cargar con el peso de pleitos que todos ya olvidaron.

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